Crítica de cine: “Amenaza en lo profundo”

 Crítica de cine: “Amenaza en lo profundo”

La mayoría de las personas que han visto el trailer de “Amenaza en lo profundo” de inmediato lo asocian con “Alien”, cambiando por supuesto el espacio por el fondo del mar. Y la verdad es que sí, los parecidos son evidentes, teniendo a un equipo de personas atrapadas en un ambiente hostil, enfrentándose a un monstruo desconocido y con una mujer como protagonista.

En este sentido la cinta no tiene mucho de original, y quizás desde este punto de vista no sea ningún aporte a la cinematografía. Sin embargo “Amenaza en lo profundo” es una película bien hecha, con una excelente ambientación, actuaciones sólidas, en especial de la Kristen Stewart, y lo más importante, es que logra mantener al espectador en vilo durante dos horas, haciendo de esta una cinta efectiva para los amantes de la ciencia ficción y el terror.

La premisa es bastante simple. En el fondo de las Fosas Marianas (el lugar más profundo del mar conocido por el ser humano) una empresa extrae recursos naturales. Todo andaba relativamente bien hasta que empezó a andar relativamente mal (perdón pero tenía que hacerlo)… y debido a un terremoto submarino la estación empieza a colapsar. Allí los pocos sobrevivientes tendrán solo unos minutos para escapar, en medio de un mar totalmente desconocido.

En este sentido la película desaprovecha un poco las posibilidades de “lo desconocido” del océano, pudiendo haber mostrado un sinfín de criaturas marinas monstruosas o escenarios increíbles. Sin embargo el guion opta por algo más minimalista, aunque de todas maneras funciona para la historia. O sea que cumple, pero pudo ser mucho más arriesgado y original.

Lo mejor de la cinta es el personaje de Stewart. Si bien no es una chica ruda al estilo Ripley o Sarah Connor, si es un personaje humano y real, con el cual podemos empatizar. Es una mujer segura de sí misma pero sin caer en los clichés, haciéndola más creíble dentro de esta historia de fantasía.

Una película entretenida y eficiente en el manejo del suspenso, que habría sido un clásico de la ciencia ficción si se hubiera hecho en los años 80s.

Por Juan Carlos Berner.

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