Crítica de cine: Belle

 Crítica de cine: Belle

No todo es Studio Ghibli en cuanto a animación japonesa se trata. Studio Chizu nos trae una gran producción titulada “Belle” (“Bella” en español), que cuenta una dramática historia (recuerda que es una cinta japonesa, obviamente iba a ser un drama) acerca de una adolescente que vive sola con su padre porque perdió a su madre cuando era muy pequeña. Los avances tecnológicos que vivimos en estos tiempos permitieron la creación de una aplicación llamada “U”, un universo paralelo en que los humanos conviven en un mundo virtual con distintas apariencias, voces, habilidades y características. Así, Suzu, que en la vida real es una chica retraída y poco sociable, en “U” es la cantante más famosa del mundo cibernético. Y es en el mundo real donde todos hablan de “Belle”, por lo que consigue una cifra gigantesca de seguidores. Pero en esta otra dimensión no todo es fama y admiración, también vive “La Bestia”, un ser en forma de animal a quien todos temen y detestan, menos “Belle”, quien logra tener cierta cercanía con el animal.

Esta super producción es dirigida por Mamoru Hosoda, quien fue nominado al premio Oscar de la Academia en el año 2018 por “Mirai, mi hermana pequeña” (“Mirai no Mirai”), por lo que viene precedido por una buena fama. El centro de la trama que abarca todo el universo “U” tiene su paralelo en esta relación forzada con la bestia que es inevitable compararla con “La Bella y la Bestia” (1991) de Disney, con vals incluido. Pero la similitud se diluye pronto, por lo que queda la incógnita de porqué el director quiso incluir elementos tan parecidos a la película recién mencionada.

Al mejor estilo japonés, el drama es contado como una cadena de sucesos y emociones que justifican el alter ego de la protagonista. Suzu queda huérfana de madre a muy temprana edad cuando ésta decidió cruzar un caudaloso río para rescatar a una niña que estaba sola del otro lado. La forma de ser y la manera de interactuar de la pequeña Suzu (alegre, sonriente, extrovertida) no tiene nada que ver con la adolescente apagada y llena de traumas que es hoy. Además, tiene casi nula comunicación con su padre, y se apoya en solo una amiga que, por lo demás, es la única que tiene. Por lo tanto, en el mundo virtual, ergo en el anonimato, encontró la forma de gritarle al mundo que ella existe, que no es invisible y que puede deleitar a todos con su voz.

Aparte de ser una película bien contada y que logra plantear una historia entretenida, lo que más destaca son los colores y las imágenes empleadas. Es un largometraje que está vivo, que exuda sentimientos, música y colores. De hecho, le recomiendo que en lo posible la vea en el cine, en pantalla grande, ya que en pantalla pequeña sin duda que es mucho lo que se pierde.

“Belle” es una muy buena película animada que llega a refrescar, colorear y musicalizar este verano, que aprovecha elementos de nuestra nueva cotidianidad para deslumbrarnos con una historia cargada de emociones. Muy recomendable.

Escrito por: ©Daniel Bernal

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