Crítica de cine: “El viaje más largo”

 Crítica de cine: “El viaje más largo”

Sophia es una hermosa estudiante de arte que está en su último año de universidad. Gracias a su talento, tiene asegurada una práctica en una prestigiosa galería en Nueva York, muy lejos de donde vive. Una noche, su mejor amiga la invita al rodeo, lugar donde conoce a Luke, un audaz jinete que aspira a ser el mejor del mundo. La atracción es instantánea entre esta pareja, cuya historia conforma a la postre la mitad de esta película.

Durante la primera cita, Luke y Sophia rescatan a un hombre de un accidente automovilístico. Este hombre, ya mayor, le pide a la chica que rescate una caja del auto; en ella hay varias cartas que el hombre le escribió al amor de su vida. Sophía se encariña con este señor, llamado Ira, y  decide ir a visitarlo al hospital a diario y leerle las cartas. Así la joven empieza a saber que sucedió con Ira y su amada Ruth, la historia que compone la otra mitad de la cinta.

Basada en una exitosa novela de Nicholas Sparks, autor a quien podríamos llamar un experto en escribir novelas de amor, “El viaje más largo” es una cinta que mezcla el pasado con el presente, mediante las historias de las dos jóvenes parejas. Por un lado Sophia y Luke, quienes sienten una intensa atracción pero cuyos destinos ya están separados de antemano debido a sus respectivos trabajos, y por otro lado conocemos la trágica historia de amor de Ira y Ruth, quienes sufren bastantes vicisitudes aun cuando se aman profundamente.

En términos de dirección, la película es bastante tradicional, a pesar de que el realizador George Tillman Jr. no es un novato en esto de hacer películas y tiene trabajos notorios como “Hombres de honor”  del año 2000. Las actuaciones tampoco son muy sobresalientes, aun cuando en la cinta trabajan los descendientes de dos leyendas del cine. Por un lado Scott Eastwood (hijo de Clint) está bien en su papel de Luke el vaquero rudo, pero en las escenas que exigen mayor emoción, y por tanto potencia dramática, solo cumple con lo necesario. Por otro lado Oona Chaplin, nieta de la leyenda, logra hacer de Ruth un personaje bastante carismático y en rigor el más interesante de la película, el que tiene más matices y con el cual el espectador podrá sentir más alegrías y frustraciones.

De esta forma, es el guión el que hace de esta una película que funciona bastante bien dentro de este “subgénero” de las películas románticas, pues logra tocar las teclas necesarias para lograr emocionar al espectador, y aquí es donde se nota totalmente la mano de Sparks detrás,  aun cuando no es esa emoción permanente que logran las grandes películas, esas que uno recuerda toda la vida.

En “El viaje más largo” quizás lo más novedoso e interesante es como poco a poco se van intercalando la historia de amor de estas dos parejas que no tenían como unirse, en dos épocas distintas y con sueños diferentes. Una historia que ya terminó y otra cuyo principio no termina de definirse.

Una película tierna y conmovedora para ver en pareja, pero que no trasciende mucho más allá de los 120 minutos que dura.

© Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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2 Comments

  • quiero ganar por favoooor 🙁

  • Hermosa películaaa! Amo las novelas de Nicholas Sparks! Y las adaptaciones a cine son fantásticas! Si sos un amante de las pelis románticas, ésta la hiper recomiendo! 🙂 La actuación de Oona Chaplin es increíblemente impresionante!! 🙂

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