Crítica de cine: “Eliminar amigo”

 Crítica de cine: “Eliminar amigo”

La propuesta de “Eliminar Amigo” debe tomarse como un experimento simpático, pero solo eso. La idea de que tras las redes sociales no sabemos si los perfiles que vemos corresponden a las identidades que dicen ser, parece muy interesante y acorde a los tiempos de hoy. Lamentablemente, recoge demasiados clichés del terror antiguo como para sorprender con este concepto.

Una alumna de un colegio es humillada al ser publicado un video vergonzoso suyo en Youtube, por lo que se suicida. Al año, un grupo de amigos está chateando con Skype y Facebook, y son invadidos por una cuenta fantasma que los acosa y atormenta. El título de la película tiene doble sentido, el literal, y la acción que se realiza cuando borras a alguien de tu lista de contactos. Como el filme, intenta ser ingenioso sin mucho éxito.

La película, pese a tener una narrativa completamente inusual (Que constituye su principal caballito de batalla) reúne los principales tópicos del género, como el inicial escepticismo por parte de las víctimas, los protagonistas adolescentes promiscuos y fiesteros, y el espíritu vengador. Combinando lo peor de cintas ochenteras como “Martes 13” o “Pesadilla”, en la que los adolescentes irresponsable son el blanco favorito de los monstruos, el terror noventero de cintas como “Sé lo que Hicieron el Verano Pasado” en el que  un pecado es castigado por una víctima que regresa para vengarse, más algunos tópicos del terror moderno, el fondo no encierra ninguna novedad, y la única gracia del filme es la forma ¿Cuál es esta?

Afortunadamente, la película solo dura una hora veinte minutos, ya que la narrativa de esta es una pantalla de computador todo el tiempo, alternando videos de Youtube, perfiles de Facebook y chats de Skype, intentando mostrar la realidad de la interacción juvenil contemporánea. Más tiempo la habría vuelto más tediosa. Pese al novedoso recurso la temática es la clásica de los jóvenes que hacen bulling, y de hecho el quinteto protagónico (A que luego se le suma una sexta) corresponde al clásico quinteto simbólico que puedes ver explicado con detalles en este link, formado por dos chicos y dos chicas de raza blanca, emparejados entre sí (heterosexualmente) más un gordito nerd computín de yapa.

El espíritu de la niña muerta comienza a acosarlos desde todas las plataformas mencionadas, y obviamente al principio creen que se trata de un troll, pero luego se dan cuenta de que es una fuerza misteriosa. Lo cual plantea una interrogante que pone en duda la coherencia de la historia: Si el fantasma tiene la facultad de matar físicamente a sus víctimas ¿Por qué tomarse la molestia de acosarlos por Internet? ¿Qué gana con eso?

Hay que reconocer que la película se esmera en una narrativa distinta a la habitual, pero se cae en el fondo. Tópicos como el ciber bulling y el anonimato de las redes sociales podrían haberse visto mejor trabajados, y los personajes son bastante odiables y estereotipados. Los jóvenes sobreactúan y recuerdan un poco a los campistas de “The Blair Witch Project” en su manera de encarar la adversidad.

Por último, se recomienda paciencia para ver esta historia, por la manera en que se cuenta, aunque si quieren mi humilde opinión, pasamos demasiado tiempo frente a las pantallas de chat de los computadores como para que ahora más encima las sigamos viendo en las películas. Voy a sonar como uno de esos viejos anti tecnología pero la interacción humana se está yendo a la cresta si este es el futuro de la actuación cinematográfica, aunque no creo que este experimento vaya a ser reproducido muchas veces. Me cuentan por interno que a nadie le interesa mi opinión. Bueno, a mí tampoco me interesa que no les interese.

Por Felipe Tapia, el crítico muerto que escribe desde el más allá para spoilearte las películas ¡Muaaajajajaaaa!

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