Crítica de cine: “Miedo profundo”

 Crítica de cine: “Miedo profundo”

El mar es un lugar hermoso e inspirador, pero lleno de misterios y peligros para el ser humano que el cine ha sabido explotar en varias ocasiones. Debido al gran éxito de la inigualable “Tiburón” de Steven Spielberg, se ha masificado la creencia de que los tiburones son animales altamente peligrosos y letales (lo cual es cierto), aunque estadísticamente es más probable que mueras por la mordida de un perro que comido por un tiburón, aunque claro, la apariencia de este animal es mucho más feroz que el de un can, por lo cual es mucho más atractivo como el villano de una película; cualquiera de nosotros se aterraría al estar solo en el mar con uno de estos increíbles peces rondando.

Bajo esta premisa, y apoyada en la terrible fama de este animal, es que ahora llega a los cines “Miedo profundo”, cinta protagonizada por la taquillera Blake Lively. La rubia actriz es Nancy, una joven estudiante de medicina que ha decidido ir a surfear en una solitaria playa mexicana. Ha escogido ese lugar porque ahí iba su madre (ya fallecida) y quiere así reencontrase espiritualmente con ella.

Nancy está sola en aquella playa. Se hace tarde y de pronto es atacada por un tiburón enorme. Debido a las heridas en su pierna, se ve obligada a quedarse en una pequeña isla de no más de tres metros, sin ninguna opción de salir de ahí sin ser devorada por la gran bestia marina.

De esta forma, el resto de la película es saber cómo Nancy logrará vencer al tiburón (si es que lo hace) y sobrevivir al horrible destino que parece inevitable.

El filme parte súper bien. Conocemos algo del espíritu de Nancy, del por qué decide estar sola en ese hermoso aunque extraño lugar. El comienzo de “Miedo profundo” es similar al de “127 horas”, aquella película donde James Franco queda atrapado en el fondo de un cañon y finalmente debe cortar su brazo para salir. Las tomas además son espectaculares y la playa es realmente fantástica. El horror de la protagonista se nos va mostrando de a poco; vivimos con ella el angustiante paso de las horas y el suspenso de saber cómo se salvará (o no) está muy bien logrado. Hasta ahí, la mitad de la película, es un buen thriller de suspenso.

El problema es que de ahí en adelante la película cambia de tono, y al parecer el guionista no supo cómo resolver una historia que iba bastante bien encaminada:  El drama se convierte en acción poco realista, ridícula incluso.

De verdad se me hizo imperdonable el giro que da la historia, que me había mantenido expectante gran parte del metraje, pero cuyo cierre me frustró profundamente. No es tanto como si “Tiburón” se convirtiera en “Sharknado” en la mitad (para citar otras cintas de tiburones asesinos) pero la verdad es que habría que ser muy indulgente como para pasar por alto el desenlace de esta película y salir contento.

Raya para la suma, tenemos una película con buenos momentos, hermosos paisajes y Blake Lively en una actuación bastante digna, pero con uno de los finales más mal logrados del último tiempo. Y para bien o para mal, gran parte del juicio que hace del espectador de una película tiene que ver con si el filme tuvo un buen o mal desenlace. Una película para pasar el rato y verla a lo sumo una vez.

Por Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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1 Comment

  • Estoy súper de acuerdo con el comentario, la vi y la verdad en un punto hasta se torna ridícula y debo mencionar además algo que me llamó mucho la atención t es que encontré bastante falsos los momentos en que Blake surfeaba, se veía muy digitalizado al igual que el tiburón. Tiene un buen comienzo que da el enganche pero esperaba que se quedara en más que eso.

    Saludos.

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