Crítica de cine: “Need for Speed”

 Crítica de cine: “Need for Speed”

DreamWorks Pictures, lleva a pantalla grande “Need for Speed”, una adaptación del conocido video juego de carreras del mismo nombre, creado en 1994 por Electronic Arts. Tobey Marshall (interpretado por Aaron Paul, conocido por su personaje “Jesse Pinkman” en “Breaking Bad”) es un mecánico aficionado a las carreras callejeras ilegales. Al verse enfrentado a una crisis económica que pone en riesgo su taller, debe aceptar la propuesta de un “ex” amigo de carreras, Dino Brewster (Dominic Cooper), la que llega en mal momento, pues está a punto de cerrar un trato de venta con la encargada de compra Julia Bonet (Imogen Poots), negocio que le daría estabilidad económica. Sin embargo, se embarca en una fatal carrera con Dino, evento que le trae como consecuencia quedar dos años en la cárcel acusado por un crimen del cual es no es responsable. Al cumplir su condena, con la ayuda de Julia y su equipo de amigos mecánicos, se propone tomar venganza, participando en “DeLeon”, la liga de Campeones de las carreras clandestinas, y enfrentar a Dino.

Si bien la emoción me embargó durante un momento, ya que hubo una época de mi vida en que el vicio del juego “Need for Speed” me calaba los huesos, fue una gran desilusión ver que la película carece del contenido suficiente para mantenerlo a uno expectante. Tiene una trama obvia. Puedes sentarte a pronosticar lo que va a pasar… y pasará. No tiene emoción, no tiene intriga. Los personajes caen en lo patético con parlamentos sobreactuados o bien incoherentes. Hay mucho relleno entre conversaciones.

Aaron Paul, por su parte, (o al menos su personaje) es demasiado frío, no se ve mucha diferencia entre cuando está feliz o cuando está devastado. La ex novia del protagonista “Anita” (Dakota Johnson) es un cero a la izquierda, cero expresión facial y kinésica (creo que la contrataron por bonita). Al personaje pudieron sacarle más provecho como “parte fundamental de la vida de Tobey”, quizás construir profundidad al drama, jugar con lo sentimental o que enganchara con la audiencia, pero todo resultó superficial, pues no se logra establecer un vínculo con su historia. Por otro lado, Julia, habla tanto y tantas estupideces seguidas con su acento británico que termina por marear y, más encima, dan ganas de tomarla de los brazos y decirle “¡Cállate!”. Aunque cabe rescatar que, hacia el final de la película, se vuelve algo menos tediosa y aporta un poco más en el desarrollo de los acontecimientos.

El resto del elenco produce una sensación rara: entre que son un relleno, son parte humorística o un mal logrado intento de apoyo al drama. El único que se podría destacar es el señor que por muchos minutos aparece desnudo.

Con los excelentes recursos que tuvieron, el resultado es deprimente. Modelos de autos como el Lamborghini Sesto Elemento no fueron bien utilizados. Las carreras a los que los sometieron no mueven ni un pelo. Creo que lo único que llegó a agradarme en un momento, fue el ángulo de visión que daban desde dentro del auto, bastante similar al del juego. Pese a que en ocasiones la cámara temblaba, satisfacía el objetivo.

Con una trama aburrida, fracaso de acción, personajes bellos, pero insípidos, “Need for Speed” no tiene comparación con la saga de “Rápido y Furioso”.

Lo único que puedo agregar como comentario final sobre esta película, es que hubiese deseado tener el control del PS en mis manos, para poder hacerla estallar en llamas, tal como el motor de los autos en el juego.

Por ©Meribeth Caro

“Need for speed”

Dirigida por: Scott Waugh
Elenco:  Aaron Paul, Dominic Cooper, Imogen Poot, Dakota Johnson,Rami Malek, Michael Keaton
Duración: 125 minutos

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