Crítica de cine: “RED 2”

 Crítica de cine: “RED 2”

Frank Moses (Bruce Willis) es un retirado agente de la CIA. Uno de los mejores que ha tenido la agencia por cierto, lo que lo convierte en una persona peligrosa, aún cuando ya esté jubilado hace tiempo.

En “RED” (la primera cinta), vimos como Frank intentaba llevar una vida normal, alejarse por completo del peligro y las intrigas, en otras palabras, de la estresante vida del espía, y su mayor objetivo era conquistar a Sarah, una chica a quien solo conocía por teléfono. Sin embargo, un grupo de matones hará lo imposible por eliminarlo, debido a que posee información que compromete a altos cargos del país,  aunque él no lo sabe. Así, Moses pedirá ayuda a un grupo de amigos, también retirados, cada uno con más problemas mentales que el otro, pero muy hábiles, extremadamente peligrosos, aunque a la vez muy leales.

Esta era la trama que motivaba RED, largometraje del 2010 inspirado en una novela gráfica del mismo nombre (DC Cómics). La película era una refrescante mezcla de acción y humor, con un guión bien escrito, que se reía descaradamente de todos los clichés del cine de espías norteamericano llevándolo al absurdo, y por supuesto, con un grupo de actores de primer nivel, que incluía  en su elenco a Hellen Mirren, John Malkovich y Morgan Freeman.

Tres años después llega a Chile “RED 2”. Moses ya tiene una relación estable con Sarah, y mantiene su idea de llevar una vida apacible y tranquila con su mujer, algo que ella no comparte del todo, pues aunque está feliz con Frank, de vez en cuando desliza que extraña la emoción y el peligro (y todo lo que sucede en la primera entrega).

Ahora, nuevamente el pasado persigue a Frank y se ve envuelto en una trama a escala mundial, que lo llevará a varios países de Europa, incluyendo Francia y Rusia, en busca de un arma nuclear que amenaza con explotar en cualquier momento.

Al ver la película, recordé aquella famosa frase que dice “las segundas partes nunca fueron buenas”, cita que no comparto porque la historia del cine está llena de segundas partes que superaron a la película original,  la complementaron, y que incluso son consideradas como parte fundamental de la cultura cinematográfica. Por mencionar algunas, “El imperio contraataca”, segunda parte de la saga original de “Star Wars” o “El padrino 2”; aunque claro, estas películas fueron precedidas por otras que también son clásicos.

“RED 2” me hizo preguntarme si era necesaria una segunda entrega, de una película que era redonda de principio a fin (aunque no lo suficiente para ser un clásico), y en la cual una secuela debía evolucionar en cuanto a su trama, cosa que sucede solo a medias. Es cierto que los hechos de “RED 2” son la continuación temporal de RED, sin embargo, a nivel narrativo, básicamente estamos viendo la misma película, donde como los personajes ya son conocidos, pierden la gracia, como un chiste repetido. Es algo similar a lo que ocurre por ejemplo con “¿Qué pasó ayer? 2”; en la secuela pasa exactamente lo mismo que en la original, solo que en otro país.

En “RED 2”, vemos nuevamente a Frank Moses tratando de salvarse de un grupo de gente que quiere matarlo, aunque él no sabe por qué, y en su búsqueda por la verdad se encontrará en un lío de alcance mundial y de paso, demostrará que efectivamente sigue siendo un tipo extremadamente peligroso. Nuevamente sus amigos y sus peculiares habilidades lo ayudarán a salir del embrollo, la diferencia es que esta vez la historia transcurre por varios países, lo cual si contribuye al menos, en términos estéticos.

Sin embargo y para ser justos, hay un personaje da los giros necesarios a la trama, y es sin duda el gran aporte de esta película: el Dr. Bailey, personaje interpretado por el siempre tremendo Anthony Hopkins. Un científico brillante,  que ha pasado décadas encarcelado y que por lo mismo, sufre de algunos “desequilibrios mentales”… como la mitad de los personajes de esta película en todo caso.  Es el Dr. Baley la clave para resolver todo el conflicto del filme, son las escenas donde él aparece las más interesantes, y las que efectivamente marcan una diferencia en relación a la primera parte.

Raya para la suma, RED 2 es una película entretenida, pero tibia para lo que se podía esperar de la secuela de una muy  buena película; un filme que se eleva solo a mediana altura, a pesar de contar con un elenco de intérpretes que ya los quisiera cualquier cineasta.

 ©Juan Carlos Berner

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