Crítica de cine: “Vacaciones en familia”

 Crítica de cine: “Vacaciones en familia”

Hace unos días se estrenó la cinta chilena “Vacaciones en familia”, que se publicita como una comedia que se ríe del arribismo de los chilenos, un fenómeno que sabemos que existe y está muy presente todavía, a pesar de la aparente apertura cultural que existe en el siglo 21.

La historia es bastante simple. Los Kelly Arteaga son una familia de clase media alta, que ahora se encuentra en la ruina debido a que el padre, Juan Kelly (Julio Milostich) está sin trabajo hace tiempo. Su esposa Sofía (María Izquierdo) no tiene una actividad remunerada y tampoco se podría decir que es una dueña de casa, pues no sabe ni cocer fideos. Su tiempo en este mundo lo ha dedicado, como cree que es lo que corresponde a su clase, en hacer vida social. El resto de la familia lo componen la adolescente Camila y el hijo menor Beto. Como es verano, les “corresponde” salir de vacaciones, sin embargo como no tienen un peso, deciden hacerles creer a todos que se irán un mes de Brasil, mientras que en realidad se van a quedar todo ese tiempo encerrados en su propia casa. Todo por aparentar que están en la mejor de las situaciones y no reconocer la triste realidad.

En el mundo audiovisual, ya sea del cine o la TV, una buena premisa es capaz de sostener una historia durante un largo rato. Es por ejemplo el caso de una serie como “Lost”, cuya base era un grupo de extraños perdidos en una isla aún más extraña. La premisa sostenía gran parte de la historia, pues todos querían saber qué iba a pasar con aquellos personajes. En “Vacaciones en familia” la premisa es muy interesante, y se prestaba para hacer una muy buena comedia, con mucho humor negro y desarrollar de fondo, una muy necesaria crítica al arribismo chileno. Sin embargo lamentablemente eso no pasa, y la película solo transita en un guión bastante básico, lento e incongruente en algunas partes.

El primer gran problema de la película es que se demora muchísimo en mostrar el conflicto y a los personajes protagónicos. Los primeros veinticinco minutos de metraje bien podrían resumirse en diez, sin que el espectador perdiera nada de la información necesaria para entender la historia ni dejar de empatizar con los personajes. Así es como esta cinta se extiende innecesariamente durante mucho rato hasta que  por fin se desata el conflicto, el cual parte bien, hay un par de escenas interesantes y algunos diálogos que le sacarán al público alguna sonrisa. Sin embargo de ahí en adelante, la cinta se vuelve un tanto tediosa, y solo se mantiene por el interés de saber cómo va a terminar la farsa, final que es bastante sorpresivo afortunadamente.

Lo más rescatable de la película, es sin duda el personaje de María Izquierdo, la cuica venida a menos que simboliza a un grupo de mujeres que en la vida real existe, mujeres que parece que viven en una realidad paralela, clasista e indolente. El de ella, a pesar de esta construido desde la caricatura, parece el personaje más honesto y el más consecuente consigo mismo. De hecho es ella quien con toda su locura mueve la historia y mantiene el interés del espectador por saber cómo terminará, pues los demás personajes son más bien planos, demasiado normales si se quiere.

También hay algunas metáforas interesantes, como la estadía forzosa (y silenciosa) en tan reducido espacio va haciendo que la relación se pudra, al igual que la enorme cantidad de basura que se acumula dentro de la casa.

“Vacaciones en familia” es una película con buenas intenciones, un par de escenas graciosas y que logra en cierto punto hacer la crítica social que prometía en su publicidad. El problema es que pudo hacerlo mejor con un poco menos de metraje y aprovechado mejor el tremendo elenco de actores que hay en ella.

© Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

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