Crítica de Netflix: “El Destripador de Yorkshire”

 Crítica de Netflix: “El Destripador de Yorkshire”

Leeds, Inglaterra, 1975. El cuerpo de una mujer es encontrado durante la madrugada en unos pastizales, terriblemente golpeada y asesinada por apuñalamiento. Durante las primeras indagaciones se concluyó que fue atacada de noche mientras ejercía la prostitución. Durante esos años, y no solo en Inglaterra sino en la mayoría de los países del mundo, la prostitución no solo era mal vista por una sociedad más conservadora y pudorosa, sino que se menospreciaba a las personas que vivían de ésta, “la profesión más antigua del mundo”, por lo que no fue para nada extraño que tanto este asesinato, como el segundo e incluso un tercero, no tuvieran mayor cobertura periodística.

La policía ya había comenzado a investigar, pero no con la diligencia profesional que se utiliza para los casos de asesinatos. Los periódicos locales daban cuenta de los homicidios, pero con epítetos tan bajos que iban desde “mujeres tontamente expuestas” hasta “ellas se lo buscaron”, refiriéndose a las víctimas.

Hasta que una mañana, y no muy lejos de los lugares en donde encontraron a las otras malogradas mujeres, apareció el cuerpo sin vida de una joven de 19 años, asesinada con el mismo modus operandi de las anteriores, pero con una diferencia que llamó la atención tanto de la prensa como de la ciudadanía en general: la joven no ejercía la prostitución, sino que muy por el contrario, venía de una “buena familia”.

Los capítulos de esta miniserie abarcan los esfuerzos erráticos de la policía por dar con el asesino, mientras una seguidilla de cuerpos sigue siendo encontrado conforme pasa el tiempo. Se entrevistan a varias personas tales como policías, periodistas y familiares de las víctimas, muchos de ellos exclusivos. Como se suele hacer en este tipo de material audiovisual que está basado en hechos reales, se van mostrando las imágenes de archivo de aquellos años que incluyen filmaciones auténticas en las escenas de los crímenes.

Este caso fue muy bullado y se recuerda hasta nuestros días no tanto por la ferocidad de los asesinatos o por el tiempo transcurrido sin avances positivos, sino por todas las pistas falsas y los caminos equivocados que tomó la policía muchísimas veces en su desesperación por capturar al asesino. Quedaron en ridículo en más de una oportunidad. Incluso, por esa misma época, ya estaban los resultados de las primeras investigaciones de los detectives del FBI John E. Douglas y Robert K. Ressler, estudios y entrevistas plasmadas en la serie “Mindhunter” que pueden leer aquí, conceptos nuevos que fueron desestimados por la policía, lo que mantuvo la kilométrica ventaja del homicida.

Buena serie, entretenida, logra plasmar muy bien lo que ocurrió en esa época y hace un muy buen cruce con los testimonios de nuestros días. Está bien contada, presenta con una clara línea temporal de los hechos, y tantos meses de búsqueda errática, al fin, tienen su recompensa.

Disponible en Netflix.

Escrito por: ©Daniel Bernal

Sígueme en Twitter: @DanielBernalY

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