Crítica de Netflix: “El Túnel”

 Crítica de Netflix: “El Túnel”

Las series y películas coreanas llegaron a Latinoamérica para quedarse. Y Netflix se ha preocupado de tener una rica plantilla oriental para todos los gustos, que incluye comedias, policiales, dramas y suspenso. Como mencioné en otro artículo recientemente escrito, la puerta la abrió el director Bong Joon Ho desde mucho antes de su doble Premio Oscar por “Parásito” (2019), ya que la misma compañía de streaming mencionada tuvo en su oferta películas como “El Huésped” (2006), “Snowpiercer” (2013) -de la cual hoy existe una serie que va en su segunda temporada- y Okja (2017). Hoy, son muchas las series recientemente agregadas que ayudan en esta invasión oriental.

De hecho, la compañía acaba de publicar lo más visto en este 2020, y puedes ver el aumento de las visualizaciones de las producciones coreanas aquí.

En esta oportunidad, comentaré una serie de 16 capítulos de una hora de duración cada uno titulada “El Túnel”, de la cual no tenía ninguna referencia previa, solo el mezquino resumen que aparece al posicionarte sobre la serie. Pero sobre todo les voy a comentar porqué me encantó esta serie que me dejó riendo y llorando en muchas escenas.

Corre el año 1986 y el detective Park Gwang-ho es el jefe de la unidad de Crímenes Violentos de la estación de policía de Hwayang. Destaca por ser muy responsable y regirse por buenos valores y principios. Debido a que es muy trabajólico, el detective es soltero y sin compromisos, aunque no tardará en conocer a una mujer llamada Yeong-suk de quien se enamorará. En el intertanto, una serie de asesinatos comienzan a suceder en el estado conmocionando tanto a los ciudadanos como a la policía. El oficial Park, junto a su subordinado Seong-sik, lideran la investigación y comienzan a acercarse lentamente al paradero del asesino. Es así como una noche el agente Park comienza a perseguir al que sería el asesino a través de un túnel olvidado de la ciudad. Cuando lo tenía cerca, el asesino logra asestarle un golpe en la cabeza que deja a Park inconsciente en el suelo. Horas más tarde, al despertar, sale del túnel y se da cuenta que muchas cosas extrañas ocurren a su alrededor. Una vez en el cuartel, detiene violentamente a un tipo por estar merodeando entre los escritorios de los policías. Lo que no sabía era que esa persona a quien detuvo sí es un policía que trabaja en esa unidad. Pero ¿Por qué nunca lo había visto?

Con una sorpresa mayúscula, se entera que despertó en el año 2016.

¿Año 2016? ¿Cómo y por qué viajó 30 años hacia el futuro? ¿Qué pasó con su esposa en esos años? ¿Y sus compañeros de unidad? Y los asesinatos ¿Se detuvieron? El asesino en serie ¿Fue capturado?

Ya consciente y asumido de su nueva situación, integra la unidad de policía junto al detective Kim Seon-jae, el nuevo jefe de policía Seong-sik (sí, su subordinado en 1986) y la profesora experta en sicología criminal Shin Yeon-oh, con el propósito de capturar a un asesino que está matando a jóvenes mujeres, mismo patrón que los homicidios ocurridos 30 años atrás…

Así comienzan un poco más de 16 horas de una historia muy entretenida, muy bien armada y muy emocionante. Sin ser vertiginosa tiene un muy buen ritmo. Está impecablemente filmada y hay una preocupación por los detalles. Quedé gratamente sorprendido por el nivel de producción de la obra. Cabe destacar que “El Túnel” está basado en una serie de asesinatos reales que ocurrieron en la misma localidad de Hwaseong en 1986.

La serie es acompañar, reír y sufrir con el agente Park Gwang-ho y todas las situaciones a las que se ve expuesto en tan extraña posición. Aparte de la investigación policial, irá entendiendo qué pasó con su familia en tantos años de ausencia. Y, como es de esperar, las situaciones más dramáticas se dan por las sensaciones de ausencia y soledad, que trata de suplir con las personas que lo acompañan. Supone, y no sabemos que con o sin razón, que atrapando al asesino podrá regresar a 1986 para reencontrarse con su amada y recuperar su vida. Supone, también, que un quiebre en la línea de tiempo algo tiene que producir, ya que el futuro que él está presenciando es cómo continuó la vida de quienes lo rodean con su ausencia, con la desaparición del detective Park, ya que nunca encontraron su cuerpo. Pero también hay ciertos artefactos que se van moviendo de época, que pueden o no influir en las décadas visitadas. Podemos presenciar la sorpresa del agente Park al ver un teléfono celular por primera vez, y muchas situaciones de esta naturaleza, que para quienes lo rodean y no saben que es un hombre que viajó desde el pasado, parecen inverosímiles.

La historia en sí misma está llena de sorpresas. Cumple con cánones muy recurrentes como son el no confiarse en nadie y con el cuidado con los lobos con piel de oveja, y está muy bien editada y contada. Por ahí pueden existir momentos en que son muy obvios para que los personajes no los vean o no caigan en cuenta, pero son los menos. Al final, siempre hay explicación para todo y algunos agujeros son necesarios para que la historia funcione. La fotografía es impecable y la musicalización también.

Mención aparte es la del villano de turno, de quien no quiero dar más antecedentes porque de preferencia todo debe ser sorpresa. Si doy más indicios estaré dando “spoilers” de una serie que justamente se jacta de avanzar con sorpresas y nuevos descubrimientos. Pero quiero reiterar que ha sido de los mejores villanos/asesino en serie que he visto en producciones.

“El Túnel” es una gratísima sorpresa que fue éxito en Corea del Sur y China, con buenas actuaciones y una producción de excelente factura. Recomendable para quienes le guste la extraña combinación de thriller, asesinos en serie y ciencia ficción. Acompaña y ayuda tú también al detective Park a atrapar al asesino para ver si puede regresar a su hogar en 1986.

Escrito por ©Daniel Bernal

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