Documental “En la Brecha”: No es solo algo salarial

 Documental “En la Brecha”: No es solo algo salarial

En el reciente festival FEM CINE, tuvimos la oportunidad de analizar todo tipo de producción audiovisual de realizadoras femeninas. “En La Brecha” corresponde al género de documental, y fue dirigido por la española Claudia Rieg.

Básicamente, el documental busca visibilizar el problema de la desigualdad de género en todas las dimensiones de lo laboral: Por ejemplo, la creencia de que ciertos trabajos son exclusivos de algunos géneros, el prejuicio de que una mujer no debería realizar tal o cual oficio, etc. Personalmente, muchas veces estos prejuicios son tomados en el filme como una actitud generalizada, en lugar de culpar a un grupo para nada representativo de la población masculina. En cierta medida, eso también podría ser un prejuicio, de la misma manera que lo es el juzgar las capacidades de una persona a partir de sus genitales. Además hay que considerar que el formato del documental es bastante tradicional, y se construye a partir de la experiencia de distintas mujeres trabajadoras, que deben abrirse paso en campos como el deporte, la reparación de artefactos o incluso la música, áreas que algunos aún piensan que son exclusivas de los hombres. Hasta acá todo bien, salvo que yo también podría hacer el mismo ejercicio, y recoger por ejemplo, testimonios de mujeres que sí se sienten valoradas por su trabajo, en un entorno en el que los hombres no son prejuiciosos ni neardenthales.

Otros de los problemas que se abordan son la brecha salarial, el acoso, y la cancha dispareja a la que deben enfrentarse las mujeres, como por ejemplo que ellas deben hacerse cargo muchas veces de los hijos, lo que constituye una repartición bastante injusta de las labores del hogar en una pareja, pues se asume que al hombre esas tareas no le corresponden, y si llega a realizarlas, está “ayudando”. También se denuncian problemas que pueden ser abordados desde la perspectiva de género o no, como las mujeres migrantes, diferencias de clases, etnias, etc.

A pesar de todo, el documental constituye una radiografía bastante acertada de muchas de las desigualdades que tienen lugar en el mundo laboral, una realidad que quizá no está cambiando con la velocidad que a todos nos gustaría, pero que está cambiando. En lo personal, veo cada vez más estudiantes femeninas en profesiones consideradas antes masculinas, y viceversa. También me ha tocado tener jefas en cargos directivos, aunque también sé que es una cuestión más común en mi área, que es humanista, y que en la ingeniería o político el techo de cristal es más notorio.

Si tuviera que hacerle una crítica a uno de los planteamientos del documental, es una escena que me llamó la atención en particular. Una jefa de cocina se queja de que sus subordinados no la toman en serio por ser mujer, por lo que acabó adoptando una actitud más “masculina”, gritándoles, imponiéndose y a veces siendo prepotente. Creo que parte del problema es que asumimos que hay ciertas conductas que son femeninas, como la amabilidad, prolijidad y diplomacia; y otras masculinas, como la valentía, la seguridad, la integridad, etc. (Me ha tocado escuchar a feministas usar como insulto “poco hombre”, como si la hombría implicara ciertas cualidades intrínsecas). Son etiquetas que deben cuestionarse, para que precisamente no veamos a una jefa mujer con don de mando y terminemos diciendo que es una perra o que no le tocó (Disculpen los coloquialismos, pero no había otra manera de decirlo).

Como conclusión, “En la Brecha” es un documental sencillo y cuya narrativa se remite principalmente a recoger testimonios de un universo muy variado de mujeres que trabajan, y en esa variedad reside su valor. Es verdad que en ocasiones trata de abordar desde lo simple algo mucho más complejo, pues las estructuras de poder son muy complejas como para reducirlas a un tema de opresor vs. oprimido, o privilegiado vs. no privilegiado. Pero supongo que el propósito del filme no era abordar el problema desde lo interseccional, y enfocarse en otras variables habría alargado mucho el mensaje, que pretendía ser directo, para dar a conocer una realidad particular. Y en ese sentido, funciona bastante, y es muy recomendable para quien esté interesado en la brecha de género más allá de los puramente salarial.

Por Felipe Tapia, el crítico que tu mamá usaba de ejemplo cuando eras niño y te retaba

Cine

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