Especial Psicópatas y asesinos 2: Norman Bates

 Especial Psicópatas y asesinos 2: Norman Bates

En 1960 Estados Unidos fue remecido, cinematográficamente hablando, por una de las películas del género de terror más famosas e impactantes de la historia: “Psycho” (“Psicosis”), dirigida por el genio del suspenso Alfred Hitchcock.

Norman Bates es el protagonista de esta película quien, debido a traumas infantiles, tiene una doble personalidad, ya que en su mente conviven él mismo y su madre muerta.

Norman es delicado, es un tipo de unos veintitantos, delgado, apuesto, voyeurista, muy nervioso y a ratos tartamudo. Se podría decir que roza en la homosexualidad por sus gestos finos y amanerados. A cargo de su Motel, se le ve ágil, simpático, desenvuelto y siempre sonriente, como si su vida fuera la envidia de todo el mundo, encerrado en una casa vieja y húmeda, al cuidado de su madre muerta, y sufriendo por cada chica guapa que llegue a hospedarse, ya que tiene la completa seguridad que en cuestión de horas su “madre”, por celos, se deshará de ella.

Norman está atrapado en cuerpo y mente y él lo sabe, es conciente de su condición. Él mismo lo llama “trampa”, de la cual no puede salir. En su individualidad sabe que su vida no es normal, pero siendo muy joven pasó la barrera en que en algo lo preocupara, por el contrario, lo asume bien, queriendo hacerlo, queriendo vivir ahí para siempre al cuidado de su madre. Una locura irracional a la que no estamos acostumbrados ni a convivir ni a escuchar, por lo que cuando aparece en pantalla una historia de esta naturaleza nos sorprendemos todos, emitiendo juicios de valor, culpándolo y ojo, muchas veces también defendiéndolo. “El mejor amigo de un hombre es su madre”, mencionó Bates en algún momento. Listo, sería todo.

Bates no sufre el “Complejo de Edipo” propiamente tal. Si bien en una de las secuelas de “Psicosis” se trató de explicar que Norman efectivamente estaba enamorado de su madre durante su niñez y juventud, la esencia de su patología se debe a que vivió solo con su madre desde muy pequeño y en el momento que ella se emparejó con otro hombre, Bates los asesinó a ambos.

Si bien es conciente de su condición, eso no significa que lo esté cuando su madre se apodera de él. Ahí es la “madre” la que piensa y actúa, la que ordena y regaña, la que le dice las cosas que y como tienen que ser. La parte de Norman “despierta” o reacciona después, momento en el que se da cuenta de lo que acaba de hacer su madre. Debe ser un estado de trance, quizás somnoliento, en donde él se viste y actúa como mamá. En lo cotidiano, Bates mantiene conversaciones normales con su madre, en donde él mismo hace ambas voces y puede tener largas conversaciones, pero jamás hablan de esos detallitos que ha hecho ella y que él debe limpiar.

A Norman Bates se le atribuyen 6 asesinatos, de los cuales solo 2 de ellos fueron cometidos por él mismo, el resto por su “madre”. Como último dato un tanto retorcido, el hobby de Norman es la taxidermia, es decir, disecar animales. La mayoría de ellos son pájaros porque dan tranquilidad, según él. Y uno piensa que es un lindo y trabajoso hobby, ajeno a cualquier sospecha de que el tipo pueda estar loco. Pero ese pensamiento cambiaría radicalmente si supiéramos que este hobby es adquirido desde la primera vez que disecó algo: a su madre.

Por ©Daniel Bernal

@BernalusTwit

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