¿Qué tan real es la crisis de la TV abierta?

 ¿Qué tan real es la crisis de la TV abierta?

Editorial septiembre de 2015

Ha sido uno de los temas más comentados durante los últimos meses, incluso en medios que tradicionalmente no hablan de televisión como la revista Mensaje, que hace poco dedicó un artículo al respecto. Nuevamente han aparecido los expertos a explicar las razones de la baja en las audiencias de los canales de TV abierta, y con esto nos referimos básicamente a los grandes canales nacionales, razones que mayoritariamente están relacionadas con que ahora la gente ya no ve televisión de la forma tradicional y se ha volcado a ver noticias en internet, videos en Youtube y series en Netflix. Y si no es internet, quien supuestamente se ha llevado la audiencia de la televisión abierta es la televisión de pago (más conocida como “el cable”).

Si bien todos estos fenómenos están ocurriendo y efectivamente la gente está viendo más televisión a través de otras plataformas, la verdad es que hay una serie de datos e información contradictoria por un lado, e insuficiente por otra, que nos obliga a preguntarnos si la crisis de la TV abierta (o la TV chilena específicamente) es tan grave como parece o no.

Lo primero es indicar que la TV abierta es medida por una empresa privada llamada Time Ibope utilizando el sistema people meter. En términos sencillos, lo que hace esta empresa es poner un aparato en algunos hogares de Chile, que indican cuando un televisor está sintonizando un canal X. Lo llamativo de esto, es que la muestra utilizada es de solo 600 televisores, de los cuales 450 están en la región Metropolitana y 150 repartidos en el resto de Chile. Dicho de otra forma, 150 aparatos son la muestra para definir lo que ven más de 10 millones de personas. Si bien no soy especialista en realizar estudios, el sentido común indica que es una muestra absolutamente insuficiente como para ser considerada reflejo de la realidad del país.

Sumemos otro elemento. En Chile el 62% de los chilenos tiene acceso a la red en su casa, según datos de la Encuesta nacional sobre accesos y usos, usuarios y disposición de pago por internet, desarrollada por la Subtel y la Facultad de Economía y Negocios de la U de Chile, que fue publicada hace menos de un año. De estos, hay una gran cantidad de usuarios cuya banda ancha no les permite visionar videos en buena calidad, por lo cual no es posible decir que efectivamente ese 62% de la población chilena ve videos (en Youtube, Netflix, Vimeo u otro) de manera regular gracias a internet. Así, más de un tercio de la población básicamente ve televisión ya sea por “el cable” o por TV abierta. Algo similar ocurre con los smartphones, pues no todos tienen la capacidad de reproducir videos en una calidad aceptable, ya que no todos los chilenos tienen un plan de datos que lo permita.

“Coincidentemente” además, la gran mayoría de las personas que no tienen internet viven en zonas rurales o alejadas, que son las mismas que no son medidas por el people meter. Sabemos además, que esa gente sí ve televisión todos los días, pues en la última encuesta del CNTV publicada en 2014 (hecha a nivel país y con una muestra significativa de más de 5500 personas) se indica que el 93,9 % de los chilenos ve televisión todos los días a través de TV abierta nacional. Estos datos pueden haber variado en el último año, pero es difícil pensar que de un 93,9% se haya reducido a la mitad o menos.

Sumemos un aspecto más, la TV de pago. Efectivamente cada vez más chilenos tienen acceso a televisión de pago, ya sea por cable, satelital o más recientemente por fibra óptica (la IPTV). Lo interesante, es que los canales más vistos dentro de estos sistemas, son precisamente los canales nacionales, es decir, que la mayoría de la gente que “tiene cable”, básicamente ve la misma televisión abierta pero a través de otro sistema, en este caso pagado.

Volvamos al factor internet y sumemos con ello otro elemento a la ecuación. De la gente que tiene internet y ve de manera constante material audiovisual, es probable que mucha (no tengo datos en este caso, es una suposición pero basada en la experiencia) vea también los mismos canales nacionales. No por nada sitios como TVN.cl (el canal más afectado por la crisis) tienen varios millones de visitas mensualmente.

Si consideramos también las redes sociales, veremos que todos los días y sin excepción, dentro de los temas más hablados aparecen programas de TV chilena, con decenas de miles de menciones. Cuesta creer que un medio que supuestamente “ya no ve nadie”, diariamente marque la pauta de las redes sociales llegando a ser incluso trending topic a nivel mundial (como ocurrió muchas veces con “The voice Chile”).

A todo lo anterior hay que sumar una serie de factores culturales, costumbres y necesidades que, al menos por ahora, solo la TV chilena nos puede dar acceso. Un ejemplo. Muchos de nosotros vemos de manera frecuente series o películas en Netflix o en la TV de pago, pero en la mañana al levantarnos probablemente preferimos ver las noticias o el programa matinal del canal que más nos guste. Perdonando la caricatura, nadie está viendo “Game of thrones” o “The walking dead” a las 8 de la mañana, pero si hay millones intentando averiguar qué pasa con el clima o el tráfico a través del “Bienvenidos” o el “Mucho gusto”.

Ahora es cierto, la TV abierta tiene actualmente el panorama mucho más complicado que hace 10 o 15 años, cuando era por lejos el medio de comunicación más masivo e influyente, la TV de pago era un lujo, e internet aún no tenía la capacidad de distribuir videos con la facilidad que lo hace ahora. También es cierto que mucha gente ya no ve TV abierta y prefiere ver las noticias en portales de internet o en redes sociales. Todo eso es verdad, pero de ahí a pensar que el “Buenos días a todos” ya no lo ve nadie, como se nos quiere hacer creer, hay un gran trecho.

Antes de continuar y para no crear controversia, es necesaria una acotación: la TV abierta es aquella que se transmite a través del espectro electromagnético y que llega a nuestras casas de forma gratuita. Generalmente se asocia la TV abierta con la TV chilena, ya que es su forma de transmisión tradicional, aunque no son sinónimos. Sin embargo al final del día cuando hablamos de la crisis de TVN (la más comentada) lo que importa es cuanta gente está viendo TVN, la cual no necesariamente lo hace a través del sistema gratuito.

En resumen, lo que sabemos es:

Los canales nacionales no solo se pueden ver por la señal abierta, sino que están disponibles en la TV de pago y sus portales web. En cuanto a la señal abierta, dos tercios de la población son medidos por solo 150 aparatos, en una medición totalmente insuficiente y por tanto poco creíble. Dentro de la TV de pago, son los canales más vistos, y sus portales en internet tienen millones de visitas al mes.

Volviendo entonces al título de este artículo, ¿Qué tan real es la crisis de la TV abierta? (reiteramos que estamos utilizando el concepto de TV abierta como sinónimo de canales chilenos), la verdad es que no lo sé, y es imposible saberlo mientras no se mejoren los sistemas de medición y se puedan equiparar las múltiples plataformas por las cuales los chilenos vemos TV. El problema es que las decisiones comerciales de los canales se basan en esta información que es cuando menos insuficiente e incluso como hemos visto, contradictoria. Así es como buenos programas se sacan del aire por poco rating, aun cuando subidos a Youtube tengan decenas de miles de reproducciones.

Es posible que en 5 o 10 años más esta realidad haya cambiado, debido al acceso a internet y la mejora en el servicio de transmisión de video. El panorama no es tan claro considerando además que el crecimiento de internet tiene límites. En el futuro los canales chilenos tendrán que saber adaptarse, sin embargo conociendo más a fondo el tema hay que ser un poco iluso para pensar que hoy nadie ve la TV chilena.

© Juan Carlos Berner

En Twitter: @jcbernerl

Imagen: Puranoticia.cl

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